Cada ser humano es, en mayor o menor grado, el centro, la razón de ser de las instituciones sociales. De todas ellas, la familia es la organización insustituible, porque origina nuevas personas y las educa, acogiéndolas como son y estimulándolas en su desarrollo propio y en el de su comunidad.


La familia desempeña un papel protagónico en el proceso educativo de sus miembros en todas sus dimensiones y durante su ciclo vital completo; por eso le compete la coordinación de los aportes de estas para el logro de sus fines.


Educar a la persona significa identificar lo que es y ayudarla  a que despierte sus potencialidades para hacerse mejor, en cuanto persona, en el servicio a la familia y a la sociedad.


El especialista en desarrollo personal y familiar debe ser competente en referentes teóricos, habilidades y destrezas, para estimular a los miembros de la familia y demás instituciones, en el desarrollo de las virtudes personales y sociales, facilitando así un redireccionamiento de la cultura en beneficio de cada ser humano.

El objetivo general de la asignatura es facilitar el desarrollo personal y social a través del reconocimiento, praxis y difusión del protagonismo de la familia en la tarea educativa.